
Las hernias discales constituyen un importante problema de salud que causa ausentismo laboral en personas laboralmente activas. Le mostraremos los 6 factores y causas de hernia discal lumbar.
¿Qué es una hernia discal lumbar?
La columna vertebral está compuesta por vértebras. Entre las vértebras hay discos intervertebrales, también llamados discos espinales.
Los discos espinales hacen un papel fundamental en la parte inferior de la espalda porque actúan como amortiguadores entre las vértebras, soportan la parte superior de tu cuerpo y te permiten hacer un amplio rango de movimiento en todas las direcciones.
Pero cuando un disco se hernia y pierde algo de su material interno, el disco espinal puede pasar de servir para hacerte la vida más fácil a hacértela imposible si afecta a un nervio de la columna. Cuando esto ocurre, puede provocar un gran dolor de espalda y hacer que se extienda a una o ambas piernas.
Los síntomas de hernia discal suelen comenzar sin razón aparente. O pueden ocurrir cuando una persona levanta un objeto pesado o realiza un movimiento inadecuado con la parte inferior de la espalda.
La hernia de disco lumbar es un problema médico común que afecta con mayor frecuencia a personas entre 35 y 50 años.
Con esta guía entenderás cómo se desarrolla una hernia de disco lumbar, cuáles son los síntomas más habituales y cuáles son las principales causas y factores de riesgo que pueden hacer que desarrolles una protrusión discal lumbar.

Cómo se hernia un disco lumbar
Los discos espinales están compuestos de una materia blanda. Esta materia tiene la consistencia de un gel y se llama núcleo pulposo. Este gel de materia blanda está rodeado por un anillo protector exterior muy resistente.
A medida que nos hacemos mayores, los discos pierden parte de la materia blanda que los hace flexibles y esponjosos. A este fenómeno de pérdida de elasticidad de los discos se le llama degeneración discal. Comienza bastante pronto en la vida, en torno a los 25 años, y es el responsable de que los discos se vayan quedando más planos y duros a medida que envejecemos.
Los síntomas de hernia discal lumbar son normalmente efímeros
Aunque una hernia de disco lumbar puede ser extremadamente dolorosa, los síntomas no son de larga duración para la mayoría de las personas. Se calcula que 9 de cada 10 personas que tienen una hernia discal lumbar dejan de sentir los síntomas después de seis semanas, incluso sin recibir tratamiento

¿Cuáles son los síntomas habituales de una hernia discal lumbar?
Cuando un disco se hernia y presiona contra un nervio cercano es habitual que lo inflame y que esa inflamación provoque dolor en esa zona y a lo largo de la extensión del nervio. Las hernias discales lumbares son la causa más común de ciática, que es el dolor en las piernas a lo largo del nervio ciático por la parte posterior de la pierna.
Estas son algunas características generales del dolor de hernia discal lumbar:
Dolor en una o ambas piernas. A veces el dolor en las piernas suele ser peor que el dolor lumbar. Si el dolor se irradia a lo largo de la ruta del nervio ciático grande en la parte posterior de la pierna, se conoce como ciática o radiculopatía.
Dolor de nervios. El síntoma más habitual es dolor de nervio en la pierna. Las personas que lo padecen describen el dolor como abrasador, agudo, eléctrico, radiante o penetrante.
Ubicación variable de los síntomas. En función del lugar donde se hernia el disco y el grado de la hernia, puedes tener síntomas en la parte baja de la espalda, los glúteos, la parte frontal o trasera del muslo, la pantorrilla, el pie y / o los dedos. Estos síntomas normalmente afectan a un solo lado del cuerpo, aunque en ocasiones puede irradiarse a ambas piernas.
Síntomas neurológicos. Puedes experimentar sensación de adormecimiento, pinchazos, hormigueo o debilidad en la pierna, el pie y los dedos de los pies.
Caída del pie. Entre los síntomas neurológicos que puede causar una hernia lumbar está la dificultad para levantar el pie al caminar o mantenerse en pie sobre la planta del pie. A esta enfermedad se la conoce como caída del pie.
Dolor lumbar. En ocasiones, puedes sentir dolor en la parte baja de la espalda. Quienes lo padecen describen el dolor lumbar como un dolor sordo o palpitante, y a veces va acompañado de rigidez. Si la hernia discal te causa espasmos musculares en la parte baja de la espalda, tu dolor puede aliviarse si te tomas un par de días de descanso. Aplica frío o calor, siéntate en un sillón reclinable o acuéstate boca arriba con una almohada debajo de las rodillas.
Dolor que empeora con el movimiento. A veces el dolor puede aparecer tras estar sentado o en pie durante un tiempo prolongado. También puede aparecer después de caminar, incluso si la distancia es corta. En ocasiones, actividades como reír o estornudar también pueden intensificar el dolor.
Dolor que empeora al inclinarte hacia adelante. Muchas personas evitan realizar ciertos movimientos como atarse los cordones de los zapatos, doblarse hacia delante estando de pie o en una silla, o doblar el cuerpo hacia adelante por la cintura porque les empeora notablemente el dolor en las piernas.
Inicio rápido de los síntomas. El dolor de hernia discal lumbar normalmente aparece sin previo aviso. A veces incluso sin que haya una acción o evento identificable que haya desencadenado el dolor.
Normalmente, cuanto más extensa es la hernia del disco, más graves son los síntomas y más intenso el dolor.
Si la hernia lumbar no afecta un nervio, el dolor puede ser más leve y limitarse a la parte baja de la espalda, sin irradiarse hacia las piernas.
En algunos casos, un dolor de espalda o de pierna que ocurre durante unos días y desaparece es el primer indicador de que puedes tener una hernia discal lumbar.

Síntomas graves de hernia discal lumbar: raros pero peligrosos
Si tienes una pérdida de control de la vejiga o el intestino, dolor de la parte inferior de la espalda, entumecimiento en los glúteos y cara interior de los muslos o debilidad en ambas piernas, entonces debes acudir a un especialista cuanto antes.
Porque estos son los síntomas de una condición rara pero grave llamada síndrome de cauda equina o de cola de caballo.
Esta presión e hinchazón de los nervios al final de la columna vertebral pueden provocar parálisis y otras deficiencias permanentes si no recibes tratamiento a tiempo.
Por favor, si tienes estos síntomas, acude inmediatamente a tu especialista que te dará un tratamiento médico de emergencia que puede incluir exámenes y cirugía.

Los síntomas varían con la ubicación del pinzamiento lumbar
En función de dónde esté ubicada la hernia discal, los síntomas pueden variar porque el material herniado pinzará o irritará el nervio a una determinada altura de la columna. Esto ocurre porque las vías nerviosas son diferentes en cada nivel de la columna vertebral.
El dolor provocado por una hernia discal lumbar puede parecer repentino, pero generalmente es el resultado de un proceso gradual.
Cuando somos niños, nuestros discos espinales tienen un alto contenido de agua, lo que ayuda a que los discos se mantengan flexibles para que actúen como cojines entre las vértebras.
Con el tiempo, como parte del proceso de envejecimiento normal, los discos comienzan a secarse. Esto hace que el anillo exterior del disco sea más quebradizo y vulnerable a agrietarse y romperse debido a movimientos relativamente suaves, como levantar una bolsa de la compra, torcer la parte inferior de la espalda cuando das un golpe de golf o juegas al pádel o simplemente al girarte para subir al coche.
Un disco también puede herniarse por una lesión traumática como una caída o un accidente de coche. Aunque es una causa menos común, este tipo de accidentes pueden provocar una presión excesiva sobre un disco de la zona lumbar y hacer que se hernie.

Factores de riesgo de hernia de disco lumbar
Estos son los 6 factores principales que pueden aumentar el riesgo de tener una hernia discal lumbar:
1. La edad. El factor de riesgo más común es estar entre las edades de 35 y 50 años. Como curiosidad, esta enfermedad rara vez causa síntomas después de cumplir los 80.

2. Género. Los hombres tienen aproximadamente el doble de riesgo de tener hernias lumbares en comparación con las mujeres.

3. Trabajo físicamente exigente. Si realizas un trabajo físico que requiere levantar objetos pesados tienes un mayor riesgo de desarrollar una hernia discal lumbar. Las acciones de tirar, empujar y retorcer pueden aumentar el riesgo si se realizan repetidamente.

4. Obesidad. El exceso de peso aumenta las probabilidades de padecer una hernia discal lumbar. Además, hace que aumenten hasta 12 veces más las probabilidades de volver a tener la misma hernia discal después de una cirugía de microdiscectomía. Cuando vuelve a aparecer una misma hernia después de operarla, decimos que es una hernia discal recurrente. Los expertos creen que tener más peso aumenta el estrés en la columna lumbar, haciendo que las personas obesas sean más propensas a la herniación.

5. Fumar. La nicotina limita la cantidad de sangre que llega a los discos espinales, por lo que acelera la degeneración del disco y dificulta la cicatrización. Un disco dañado tiene menos flexibilidad, por lo que es más probable que se agriete o se rompa, provocando una hernia. Varios estudios médicos afirman que las personas que fuman tienen mayor riesgo de sufrir una hernia discal recurrente.
